domingo, 26 de septiembre de 2010

Desde su vientre.


Es tarde, hace frío.
No estoy haciendo lo que debería.
Recuerdos y un mar de sensaciones esperan aqui adentro el peor momento para salir a flote. Los siento, muy lejanamente, los puedo escuchar, susurranentre ellos, hacen que el silencio en la habitación sea cada vez mas vacío y que cada letra del teclado en el que escribo retumbe en mis oídos como un disparo al aire.
Por los los sucesos que me antescenden supongo que debería sentirme culpable, triste, un poco descepcionada, desamparada e impotente, pero no me siento así.

Una tragedia! eso pasó.

Una vida menos, una mujer lamentándose y culpandose a sí misma por un hecho quizás tan... normal.
Esa mujer no se merece sufrir de esa manera, despues de esforzarse enormemente para sacar adelante a su familia, despues de luchar durante años completamente sola contra la vida. Ella merece un respiro, un descanso y que obtiene? Una pérdida.

Nadie nunca me dijo que la vida era justa, ni fácil... ¡Pero puta que es cabrona!

Y esto ocurre todos los días del año, a muchas mujeres del mundo, pero no te das cuenta que es algo tan común hasta que lo tienes en la punta de tu nariz!

No se lo deseo a nadie...

Esta mujer de la que hablo años mas tarde quizas estará sola, y nesecitará de laguien a quien cuidar y habrá mucha gente a su alrrededor, pero nadie la podrá ayudar realmente.

Yo no estaré ahí, ni tú, ni él... NADIE!

Al final, siempre estamos solos, si nadie, solamente tenemos la ilusión de compañía y apoyo.

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