miércoles, 5 de junio de 2013

Un saludo.

Falta valor e iniciativa; Sobra pudor y orgullo.
Mas lenta que patá de astronauta.
Intentando decir o hacer algo se me enreda la lengua, los pensamientos, los dedos de las manos, las miradas, las piernas, las tripas y la sonrisa. La determinación se me cuela entre la piernas y el todo se me deshace en nada con cada exhalación.

Soy incoherencia, soy inhibición.
Soy un silencio en una canción.

sábado, 4 de mayo de 2013

Otro día, otra historia.

Debo ser honesta conmigo misma.
Intento ser mejor, intento crecer y superarme cada día. Me propongo metas, me exijo hasta llegar a mis límites, a veces me dejo estar. Soy un intermitente: Me enciendo y me apago.

Apliquemosle un bombero po oe.

Como tirarme un balde de agua.

Me sobrepaso a mi misma por no poder alcanzar la metas que yo misma me impongo. Me dijeron "Eres muy exigente contigo misma", pero si yo no lo soy ¿Quien mas lo va a ser? Por eso es que me frustro y lloro. Colapso mentalmente cada cierto tiempo.


SOY LA REINA DE LAS PELÁS.

¡Sí señores! No, en realidad no. No sé si esto es ser maraca o ser feminista. Igual, el concepto de maraca es super subjetivo. Yo creo que hay dos tipos de maracas: las maracas pasivas, que son las que calientan la sopa y que no se la toman; y las THE RIAL MARACAS, que les dan hasta por las orejas. Bueno, yo vendría siendo del grupo de las primeras. Esas que tiran el palo, y hacen como que van pero no van. Al final, no me debería sentir mal por eso, o quizá sí, no sé en realidad. Pero como a mi me gusta auto-analizarme, llegué a la lamentable conclusión de que es una especie de síndrome, un síndrome que aún no logro encontrarle un nombre. Quizá es un síndrome que ya existe, pero que debería llamarse algo así como... puta, no se me ocurre nada inteligente. El punto es que siento la necesidad de que alguien me quiera, que me digan que soy bonita, que le caliento, o que le provoco cualquier hueá rica, por último que le doy risa. Es culpa de mi déficit de auto estima, y soy consciente de ello, por eso que busco sentirme mejor a través de esas pequeñas cositas. Como el capítulo en que Fromm habla de del sexo y dice que es una forma de... casi de autorealización. No sé que mierda, ese no es el punto. El punto, es que no me quiero, e intento la forma de darle una explicación a estas mierdas de cosas que me pasan.

Es difícil ser maraca.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Miau.

Al ver la tinta del dibujo en mi brazo desvanecerse bajo las gotas de agua de la ducha pensé: "La gente pasa. Se borra igual que la tinta de la piel bajo el agua."
Por primera vez deseo que no sea cierto.

domingo, 26 de agosto de 2012

El bú.




Cuando era chica José trabajaba para la 186 de Ovalle Negrete. La garita estaba pasando el hospital El Pino, donde llegábamos todas las mañanas a tomar un té y uno de esos berlines gigantes, que tiempo después supe que se llamaban conejos y me dio pena.


Mi papá recibía la plata y daba el vuelto mientras yo iba sentada en el camello, al lado de él y cortaba los boletos.


Tiempo después salieron esas máquinas en las que metías las monedas y te daban el boleto. Esa fue la primera vez que me quedé cesante.


Cuando murió mi abuelo vendimos una de las 2 micros que teníamos.


Años después llegó el Transantiago. Mi papá tuvo que vender la última micro, la que tenía mi nombre, la que estaba llena de mis stickers y la única en la que no me daba miedo esconderme debajo.


Esa fue la primera vez que él quedo cesante.

lunes, 30 de julio de 2012

Juntos dibujemos la muerte como un personaje mas de esta historia, como la princesa de este cuento de hadas. Vislumbra colores de los sentimientos, ve mas alla de la carne, ella observa tu alma.
Te mueres de ganas de encontrar esa seguridad, ese hogar que solias tener, pero no puedes moverte.
Rojo, Blanco, Negro...

Todo se apagó

jueves, 10 de marzo de 2011

Las llemas de tus dedos dibujando una silueta sobre un lienzo de piel virgen.
Cobran vida las sábanas que se erredaban en sus piernas arrastrándose a un vacío de plumas.
Rellenas una copa vacía con periódicos, bebes un sorbo de noticias y escupes al suelo.
El humo de un porro se le arranca de los pulmones y corre hasta colarse por la ventana de la cocina.
Tarareando una singular melodía abordó el tren.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Desde su vientre.


Es tarde, hace frío.
No estoy haciendo lo que debería.
Recuerdos y un mar de sensaciones esperan aqui adentro el peor momento para salir a flote. Los siento, muy lejanamente, los puedo escuchar, susurranentre ellos, hacen que el silencio en la habitación sea cada vez mas vacío y que cada letra del teclado en el que escribo retumbe en mis oídos como un disparo al aire.
Por los los sucesos que me antescenden supongo que debería sentirme culpable, triste, un poco descepcionada, desamparada e impotente, pero no me siento así.

Una tragedia! eso pasó.

Una vida menos, una mujer lamentándose y culpandose a sí misma por un hecho quizás tan... normal.
Esa mujer no se merece sufrir de esa manera, despues de esforzarse enormemente para sacar adelante a su familia, despues de luchar durante años completamente sola contra la vida. Ella merece un respiro, un descanso y que obtiene? Una pérdida.

Nadie nunca me dijo que la vida era justa, ni fácil... ¡Pero puta que es cabrona!

Y esto ocurre todos los días del año, a muchas mujeres del mundo, pero no te das cuenta que es algo tan común hasta que lo tienes en la punta de tu nariz!

No se lo deseo a nadie...

Esta mujer de la que hablo años mas tarde quizas estará sola, y nesecitará de laguien a quien cuidar y habrá mucha gente a su alrrededor, pero nadie la podrá ayudar realmente.

Yo no estaré ahí, ni tú, ni él... NADIE!

Al final, siempre estamos solos, si nadie, solamente tenemos la ilusión de compañía y apoyo.